La piedra angular de una organización proviene de sus colaboradores y es por ello que no hay mejor ocupación que la que se pueda tener por las personas que contribuyen al éxito de la empresa.
¿Es el colaborador quien por méritos propios logra progresar en la organización o es la empresa quien le brinda esa posibilidad? ¿Quién hace más por el otro, el colaborador por la empresa o la empresa por el colaborador? La respuesta no es fácil, pero lo que sí podemos afirmar es que una relación simbiótica sería un escenario deseado. Son muchas las formas en las que podría crearse esta simbiosis, pero un factor clave para nosotros, como responsables del área de Recursos Humanos en Especialistas Contacto Directo, es plantear opciones de crecimiento a los colaboradores en función de su desempeño, competencias y la alineación con los valores que promovemos: honestidad/integridad, trabajo colaborativo, iniciativa, satisfacción al cliente e innovación; implementando un plan de carrera efectivo.
¿Qué considerar para tener un plan de carrera efectivo?
La efectividad de un plan de carrera debiera tener por un lado la consideración de la empresa y por otro, la del colaborador. En ECD, los colaboradores tienen la oportunidad de trazar su plan de carrera (horizontal o verticalmente) en función a los resultados que brinde y a las competencias que tenga para seguir el plan trazado.
En esa medida, el equipo de nuestra área de Recursos Humanos es capaz de detectar las competencias actuales y las necesarias para crecer en la organización, además de brindar la capacitación necesaria. De esta forma, tanto empresa como colaborador, obtienen lo que desean al cumplirse los objetivos planteados.
Para ser efectivo en el plan de carrera, hay que tener las siguientes consideraciones:
- Es un acuerdo entre las partes. Si bien no todo lo que ocurre en la empresa debe ser producto del consenso, procuramos que en el Plan de Carrera haya un entendimiento para que el colaborador sepa en qué consiste y, en una determinada medida, la posibilidad de elegir entre las opciones que se presenten, aun cuando pudieran parecer lejanas en el tiempo. Por ejemplo, saber si el colaborador prefiere entre ser supervisor del área o ejecutivo en la campaña donde pudiera comisionar más.
- Se tienen que dejar claros los objetivos y las acciones en caso de cumplirse los mismos. En ECD nos encargamos que el Plan de Carrera sea institucional; en este sentido me refiero a que no depende de las personas. Es indispensable quitar toda aquella subjetividad posible, para dejar claros los objetivos y metas (cuantitativos y cualitativos) desde un principio, con el fin de abonar a la transparencia y certeza que deben tener los colaboradores en caso de cumplir con lo acordado.
- Hay varias alternativas para crecer en la organización. Son varios los elementos que tomamos en cuenta para el plan de carrera. Entre ellos debemos contemplar la compensación, la cual a su vez puede incluir además del salario y compensación en su conjunto, el salario emocional, que tiene que ver con aquellos valores añadidos que abonan a la satisfacción del colaborador al desempeñar su trabajo. Además de la compensación, hay que contemplar el crecimiento vertical u horizontal, puesto que no todas las personas tienen contemplado en su plan de carrera ocupar el siguiente nivel jerárquico en la organización.
- Tomar en cuenta atenuantes y agravantes. Resulta poco práctico y desmotivador mantener un plan de carrera inamovible, tomando en cuenta que suceden innumerables imponderables dentro de la organización. Si bien, evolucionar en la organización siempre representa un reto, el plan de carrera debe pasar por el tamiz de las circunstancias. Por ello es importante considerar atenuantes y agravantes para que los planes se ajusten más a la realidad, sin importar que el planteamiento hecho en el pasado pueda cambiar en el tiempo.
- Debe personalizarse. Es cierto que hay planes de carrera naturales por posición, donde una escala no puede moverse lateralmente de puesto; sin embargo, hay particularidades de las personas que, de no tomarse en cuenta, estaríamos haciendo un estereotipo de colaborador que no tendría apego con la realidad. Y es aquí donde en ECD procuramos tomar en cuenta tres factores para personalizar el plan de carrera: Gustos y preferencias, desempeño y potencial.
- Seguimiento. Se requiere una retroalimentación, al menos anual, para que el colaborador sepa dónde se encuentra dentro de su plan de carrera, siempre tomando en cuenta los ejes de Desempeño y Potencial.
- Valores como base de actuación. Si bien los resultados son la base fundamental para ir avanzando en el plan de carrera, las formas de llegar a ellos no son menos importantes. El plan de carrera en ECD contempla que una condición sine qua non es actuar conforme a los valores institucionales.
- Competitivo. Siempre deberá existir un plan atractivo respecto a lo que existe en el mercado.
Beneficios para la empresa
- Aumenta el nivel de retención.
- Aumenta la productividad.
- Incrementa el sentido de pertenencia y compromiso.
- Convierte a la empresa en un sitio recomendable para trabajar.
Beneficios del colaborador
- Brinda certidumbre de evolución a futuro.
- Da claridad sobre qué beneficios se pueden conseguir haciendo tales cosas y en cuánto tiempo.
- Ayuda a trabajar en competencias requeridas para evolucionar.
- Confianza en que el progreso de la empresa es producto de la meritocracia.
La voz de ECD
Para concluir, me gustaría presentarte a algunos de nuestros colaboradores que han logrado sumar sus talentos a la organización, a través de un plan de carrera y desarrollo personal. Bien dicen que la mejor forma de hablar de una organización es a través de la misma voz de quienes laboran en ella todos los días.
En ECD nos enorgullece estar implementando de manera efectiva planes de carrera y estamos comprometidos para continuar generando valor continuo a través de la labor de nuestros colaboradores. El éxito de la empresa es mérito de aquellos que han trabajado por conseguirlo y queremos seguir siendo recíprocos con quienes hacen que las cosas sucedan.
Miguel Ángel Consuegra
DIRECTOR DE RECURSOS HUMANOS